diumenge, 12 de març del 2017

¿Por Qué Quise Ser Nefrólogo?

Vaya ya tengo 50 tacos! Miro atrás, hacia mis inicios en esta especialidad que no conoce ni Dios, que se llama Nefrología, y no sé ni por qué la elegí. Mi profesor en la Facultad no es que fuera un ejemplo de excelencia en materia docente. Recuerdo que decíamos que era tan sabio que, claro, no era capaz de transmitir sus conocimientos a unos simples estudiantes, algunos de ellos, como era mi caso, llegados directamente desde una escuela pública de pueblo. Aún así elegí Nefrología y eso que mi resultado en el MIR me permitía elegir lo que hubiera querido. Cierto que me gustaba el reto intelectual que suponía entender el equilibrio ácido-base. Quizás me estimulaba también que todos los compañeros la consideraran una especialidad difícil. Igual influyó mi tendencia natural a ir contra corriente. Como ser del Espanyol. La cuestión es que me tiré en plancha. Tampoco sé por qué escogí para hacer la residencia el Hospital donde había estudiado y no otro. Quizás lo tenía idealizado. Ciertamente mi experiencia como estudiante había sido fantástica en un hospital joven con casi mil camas y donde se respiraba un ambiente fresco y entusiasta. Quizás también hubo un cierto componente conservador fruto de mis orígenes escasamente cosmopolitas, por no decir directamente rurales.

Y aterricé en un Servicio donde prácticamente no conocía a nadie, salvo obviamente del Jefe de aquel momento y que me había impartido clase. El primer encuentro formal con él se podría definir como desconcertante para un "pipiolo" como era yo entonces. Lo olvidé rápido, más aún cuando comprobé la volatilidad del personaje. Y me dediqué a trabajar. Y a estudiar. Y a escuchar. Y a observar. Era una esponja. Por suerte el Servicio contaba con unos residentes brillantes y que exigían mucho esfuerzo para estar a su altura. También había un staff relativamente joven y un área que, yo no sabía ni que existía, y que era la parte fuerte del servicio, el trasplante. Allí encontré un buen maestro. De todos modos, en aquella época ese área no era, ni de lejos, lo fuerte que llegaría a ser partir de la segunda mitad de los 90. Contribuimos muchos. Cada uno a su manera, desarrollándose en campos diferentes en un modelo que podríamos calificar de "autogestión controlada". Algunos cambiaron de aires. Otros se han jubilado. No se logró como resultado de una planificación estratégica sino gracias a una suma de factores, muchos de ellos fruto de la casualidad. Probablemente el más importante fue que nos encontráramos en ese momento y en ese lugar aquel grupo de personas. Es justo reconocerlo.

Volviendo a coger el hilo de la reflexión llegamos al punto donde quería. En definitiva terminé desarrollándome profesionalmente en una patología, el trasplante, que cuando elegí Nefrología no me despertaba ningún interés. Es cierto que he mantenido una visión muy integral de la especialidad y que me permite adaptar a las circunstancias con cierta facilidad.


Aunque la elección de la especialidad es importante, no hay que obsesionarse. Al final, todo depende de la competencia y esfuerzo personal y de factores absolutamente aleatorios como el entorno y los compañeros.

Per Què Vaig Voler Ser Nefròleg ?

Òstia ja tinc 50 tacos ! Miro enrere, cap els meus inicis en aquesta especialitat que no coneix ni Cristo, que es diu Nefrologia, i no sé ni per què la vaig triar. El meu professor a la Facultat no és que fos un exemple d’excel·lència en matèria docent. Recordo que dèiem que era tan savi que, clar, no era capaç de transmetre els seus coneixement a uns simples estudiants, alguns d’ells, com era el meu cas, arribats directament des d’una escola pública de poble. Tot i així vaig triar Nefrologia i això que el meu resultat al MIR em permetia triar el que hagués volgut. Cert que m’agradava el repte intel·lectual que suposava entendre l’equilibri àcid-base. Potser m’estimulava també que tots els companys la veiessin com una especialitat difícil. Igual va influir la meva tendència natural a anar contra corrent. Com ara ser de l’Espanyol. La qüestió és que m’hi vaig tirar de cap. Tampoc sé per què vaig escollir per a fer la residència l’Hospital on havia estudiat i no un altre. Potser el tenia idealitzat. Certament la meva experiència com ha estudiant havia estat fantàstica en un hospital jove amb quasi mill llits i on es respirava un ambient fresc i entusiasta. Potser també hi va haver un cert component conservador fruit dels meus orígens escassament cosmopolites, per no dir directament rurals.

I vaig aterrar a un Servei on pràcticament no coneixia a ningú, tret òbviament del Cap d’aquell moment i que m’havia donat classe. La primera trobada formal amb ell es podria definir com a desconcertant per a un “pipiolo” com era jo aleshores. Ho vaig oblidar ràpid, més encara quan vaig comprovar la volatilitat del personatge. I em vaig dedicar a pencar. I a estudiar. I a escoltar. I a observar. Era una esponja. Per sort el Servei comptava amb uns residents brillants i que exigien molt esforç per estar a la seva alçada. També hi havia un staff relativament jove i un àrea que, jo no sabia ni que existia, i que era la part forta del servei, el trasplantament. Allí hi vaig trobar un bon mestre. De tota manera, en aquella època aquesta àrea no era, ni de lluny, lo forta que arribaria a ser partir de la segona meitat dels 90. Hi vam contribuït molts. Cadascú a la seva manera, desenvolupant-mos en camps diferents en un model que podríem qualificar “d’autogestió controlada”. Alguns van canviar d’aires. D’altres s’han jubilat. No es va aconseguir com a resultat d’una planificació estratègica sinó gràcies a una suma de factors, molts d’ells fruit de la casualitat. Probablement el més important va ser que ens trobéssim en aquell moment i en aquell lloc aquell grup de persones. És just reconèixer-ho.

Tornant a agafar el fil de la reflexió arribem al punt on volia. En definitiva vaig acabar desenvolupat-me professionalment en una patologia, el trasplantament, que quan vaig triar Nefrologia no em despertava cap interès. És cert que he mantingut una visió molt integral de l’especialitat i que em permet adaptar-me a les circumstàncies amb certa facilitat.


Tot i que la tria de l’especialitat és important, no cal obsessionar-se. Al final, tot depèn de la competència i esforç personal i de factors absolutament aleatoris com l’entorn i els companys. 

diumenge, 29 de gener del 2017

La Divulgación Científica

Los medios de comunicación presentan habitualmente noticias positivas sobre los resultados de la investigación médica. Parecería razonable ayudar a difundir esperanza entre aquellas personas que por desgracia padecen una enfermedad crónica o de difícil curación. Sin embargo, en muchas ocasiones la noticia genera unas expectativas que no se corresponden con la realidad. Este aspecto de la divulgación científica en Medicina debe tenerse muy en cuenta puesto que al final aquella esperanza inicial puede transformarse en frustración. 

Aquellos que nos dedicamos al tratamiento de enfermedades crónicas observamos este fenómeno en nuestros pacientes cuando, tras mostrarnos con enorme entusiasmo la noticia en la pantalla del smartphone, les explicamos que sin duda se trata de un gran avance, de un primer paso, pero que todavía se está muy lejos de poderlo aplicar para curar su enfermedad. Esta reflexión viene a colación tras la publicación de un excelente artículo científico en la revista Cell ( http://www.cell.com ) a cargo del equipo del Dr Izpisúa. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28129541 . El mensaje que transmitido por los medios de comunicación españoles es que va a ser posible el crear órganos “humanos” en cerdos para su uso en trasplante. Basta una simple búsqueda en Google introduciendo el nombre del investigador para constatarlo. Llama la atención la desproporción entre el enorme entusiasmo de los medios nacionales y los comentarios, más prudentes, en los medios anglosajones. De hecho la prestigiosa revista Science contextualiza las dos investigaciones publicadas sobre la creación de animales quiméricos (una de ellas es la mencionada a cargo del Dr Izpizúa) en un comentario titulado “ ¿Órganos humanos en cerdos? No tan rápido.”

Recuerdo que casi veinte años atrás se decía que el xenotrasplante (trasplantar órganos de cerdos a humanos) sería una realidad en menos de 5 años. http://elpais.com/diario/1999/10/19/sociedad/940284016_850215.html
Yo estaba realizando mi tesis doctoral precisamente en este tema https://cataleg.ub.edu/search~S5*cat?/Xcruzado+garrit&searchscope=5&SORT=DZ/Xcruzado+garrit&searchscope=5&SORT=DZ&extended=0&SUBKEY=cruzado+garrit/1%2C2%2C2%2CB/frameset&FF=Xcruzado+garrit&searchscope=5&SORT=DZ&2%2C2%2C y mis resultados iban en la dirección contraria. Actualmente la investigación en xenotrasplante continua http://onlinelibrary.wiley.com/journal/10.1111/(ISSN)1399-3089 , se han producido avances muy significativos en el campo, pero en cambio ya no es noticia de consumo. 

Los medios de comunicación tienen una enorme responsabilidad en la divulgación científica. Es muy necesario divulgar la investigación de vanguardia. Entre otras cosas, contribuye al reconocimiento y financiación del equipo de investigación Pero es imprescindible transmitir la noticia con el mayor rigor posible.