Dentro de pocos días un grupo de
médicos con la graduación reciente y preguntándose, todavía, cómo pudieron fallar
aquellas preguntas del MIR que sabían sí o sí, van a tener que escoger especialidad
médica; vamos que la mayoría va a encasillarse profesionalmente de por vida.
Igual si algún día nos atrevemos a modificar el sistema MIR introduciendo la
troncalidad, la elección no resulta tan dramática. En mi opinión, ya tardamos.
Pero eso es otra historia.
Me acuerdo de cuando me tocó escoger
a mi. No estaba especialmente ansioso, tenía claro que quería una médica,
Nefrología a ser posible y … bingo. Aunque intento recordar las razones que en
ese momento me llevaron a esa elección, sólo recuerdo que me gustaba
especialmente la complejidad de la fisiología renal. No tenía ni idea de qué me
esperaba ni a qué se dedican principalmente los nefrólogos. Por esa razón hace
un tiempo escribí un comentario sobre las razones para elegir Nefrología, para
intentar ayudar en su elección a los médicos jóvenes ( https://nefrociencia.blogspot.com.es/2016/03/razones-para-que-un-mir-elija-nefrologia.html )
.
La pregunta del millón es si
volvería a escoger Nefrología. Antes de contestar debo decir que la Nefrología
actual es muy distinta a la de 1990. Tras su elección, el futuro residente de Nefrología
va a encontrar unos equipos formados principalmente por jóvenes nefrólogos que
han tomado el relevo de aquella generación “impenetrable” con la que nos
encontramos los de mi generación. Ya nefrólogos, no pudimos entrar a formar
parte de los equipos hasta bien tarde, aunque eso nos permitió una capacitación
extra en investigación no contemplada en nuestro sistema MIR. Siempre digo que
los nefrólogos de mi generación nunca hemos sido profesionalmente “jóvenes”:
hemos pasado directamente de “adolescentes” a “seniors”. El nuevo residente de Nefrología va a
encontrar unos adjuntos más cercanos en edad y en valores, en fase de
crecimiento profesional. Y eso, en mi opinión, es una enorme oportunidad para
el residente.
La razón de ser de la Nefrología
es la enfermedad renal, principalmente su diagnóstico y tratamiento. Mientras
los nefrólogos nos dedicamos a la enfermedad cardiovascular en población
general o a sobrediagnosticar enfermedad renal crónica en el anciano, resulta
que la incidencia de enfermedad renal crónica terminal no deja de crecer y
asumimos sin rubor que desconocemos su
etiología en un 40% de los casos. Hemos renunciado por comodidad a patologías y
procedimientos propios de la especialidad, como el fracaso renal agudo o la
biopsia renal. Ya comenté hace un tiempo que la Nefrología debía redefinirse ( https://nefrociencia.blogspot.com.es/2015/11/la-nefrologia-debe-redefinirse.html)
y dotarse de los recursos adecuados para afrontar el futuro. Nuestras
sociedades científicas son las plataformas que tenemos para impulsar estos
cambios. Los de mi generación de repente estamos en las direcciones de los Servicios, tenemos el diagnóstico y queremos introducir cambios significativos en la orientación de la especialidad. Necesitamos de residentes que, de la mano de los actuales nefrólogos, asuman el reto y nos ayuden a cambiar el
rumbo.
La respuesta es sí, a pesar de
todo, sólo por llegar al punto dónde nos encontramos, volvería a escoger
Nefrología.
